sábado, 22 de mayo de 2010

TRES NO SON MULTITUD

Hola gente

Quisiera decir que la información ha corrido como reguero de pólvora, que en los medios casi no se habla de otra cosa, y que en aquellas inteminables tertulias invernales, entre mate y mate, las mujeres debaten animadamente el tema. Pero no es así. De todos modos me conforta encontrar cada vez más sitios donde se pone al alcance de quien así lo quiera, las últimas investigaciones al respecto.

Sin embargo los cambios son lentos, o así me lo parecen. Y es que cansa explicar una y otra vez nuestra elección de crianza, casi como si uno debiera excusarse por hacer lo que el amor y el sentido común le van mostrando.

El Dr. Carlos Gonzalez decía algo así en una nota: los padres creen más lo que leen en los libros que en lo que ven con sus propios ojos. Si quieres saber qué tipo de cría es tu niño, basta con que le dejes solo unos instantes: si llora desesperado, bueno, es del tipo de cría que tiene que permanecer junto a sus padres. Hay otros, como los conejos que son del tipo que se quedan tranquilos y muy calladitos en su madriguera, porque de otro modo serían devorados.

Miles de años de evolución les enseñaron a nuestros niños a llorar a puro pulmón si eran abandonados porque les iba la vida en ello. Los más exitosos, aquellos que lloraban más fuerte y lograban que sus padres o algún adulto volviera por ellos, sobrevivían y así transmitían sus genes a la próxima generación.

Obligarlos a aceptar la soledad de sus cunas y de sus cuartos es tan difícil como pretender que controlen efínteres a los dos meses, o que reciten un poema completo al año.

Pensaba en los perros. Nadie separaría a una perra de sus cachorros, a menos que quisiera deshacerse de la camada. Tampoco nadie con sentido común diría que los perritos son unos manipuladores, que están montando el teatrito para salirse con la suya, que le tienen tomado el tiempo a la madre y que de darles gusto luego serán unos malcriados. Simplemente damos por hecho que las cosas funcionan así, que la madre debe permanecer junto a sus hijitos prodigándoles protección, calor y alimento, asegurando de este modo su superviviencia.

Sin embargo los bebés humanos no tienen la misma suerte. Vivimos en una sociedad en la que la gente es más comprensiva y compasiva con los perros que con los niños.

En los países industrializados mueren 2 de cada 1.000 niños de SMS (sídrome de la muerte súbita o muerte en cuna)y a pesar de que la cifra por sí misma debería llamar la atención de los medios y de la población en general, poco y nada se sabe al respecto. El silencio es cómplice y a la larga, asesino.

La idea de este blog es exponer lo que he estado investigando durante varios meses, extrayendo notas de distintos sitios de la red, leyendo y desmenuzando la información, y enviándola por mail a otras mamás, para cumplir con la premisa del "boca en boca" y mostrar que es posible mirar las cosas desde otro lugar y acceder a información que no tiene espacio en los medios convencionales.

Por mi parte voy a seguir investigando. Por lo pronto, les recomiendo otro blog interesante: CUATRO EN LA CAMA.

Un beso a todos. Luz

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